si te gusta la puesta en abismo, joya
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el fin de semana anterior dos amigas se volvieron a sus pueblos y se despidieron en el grupo de whatsap, ninguna de las dos quiso contar sus razones, solo aclararon que acá ya estaban demasiado mal, no puedo decir que yo me iría a otro lado porque creo que a aquí pertenezco, no que fuera mucho mi ciudad ni yo su particular habitante, pero menos de otro, el año pasado me preocupé porque siempre hago el mmismo recorrido cuando quiero ir a tomar aire o mover los músculos tomo las mimsmas calles, quizzás hasta en los mismos lapsos de tiempo, debo caminar incluso a la misma velocidad escuchando los mismos discos el algoritmo es clásico las rutas de mi cerebro se hacen surcos luego me llegó un mail de google con una lista de todos los sitios que yo había visitado en medio de la cuarentena profunda, cuando qué, lo que había hecho era diagramas las horas en las que corregía y digitaba tareas simples para unos seres innominados y en la más completa falta de humanidad intenté ser tier...
voy para todos lados con mi buscador no tiene nada de malo tampoco es que tuviera esperanzas solo quiero silencio música euforia o serenidad no busco siempre lo mismo porque la fuerza de lo entrópico también me llegva en venerable estado de control a descontrol, siempre en la escala de lo que aún no mata , en la zona del descanso y en posible ocio sin representar el mundo de manera abstracta con confianza colosal en la capacidad humana de asir o siquiera comprender aunque con posibilidad de estudio y aprendizaje entrenamiento tácticas y buenas dinámicas de trabajo lo cierto es que allí voy por todos lados con mi buscador y mi dispositivo al que le falla la conexión sin respuestas ni señales