el fin de semana anterior dos amigas se volvieron a sus pueblos y se despidieron en el grupo de whatsap,
ninguna de las dos quiso contar sus razones, solo aclararon que acá ya estaban demasiado mal,
no puedo decir que yo me iría a otro lado porque creo que a aquí pertenezco, no que fuera mucho mi ciudad ni yo su particular habitante, pero menos de otro,
el año pasado me preocupé porque siempre hago el mmismo recorrido
cuando quiero ir a tomar aire o mover los músculos tomo las mimsmas calles, quizzás hasta en los mismos lapsos de tiempo, debo caminar incluso a la misma velocidad escuchando los mismos discos
el algoritmo es clásico las rutas de mi cerebro se hacen surcos
luego me llegó un mail de google con una lista de todos los sitios que yo había visitado
en medio de la cuarentena profunda,
cuando qué,
lo que había hecho era diagramas las horas
en las que corregía y digitaba tareas simples
para unos seres innominados y en la más
completa falta de humanidad intenté ser tierna,
hoy leo los mensajes que les mandaba y da pena,
espero que esté bien
queridos chicos espero que estén bien
hola familia
espero que estén bien
solo eso los amo espero que estén bien,
cuando estoy sola en casa me pregunto si estoy bien
hoy me desperté hipocondríaca chequeando mi temperatura
mi olfato mi respiración,
todavía tengo la sensación de que tengo los bronquios pegados,
estuve alcoholizándome toda la semana,
me gasté todo el dinero en drogas,
estoy sola pero estoy bien
comparto un ratito luego estoy sola,
me crucé a mi mamá en el vecindario
me dijo sentí que sos mi hija pero más que éramos vecinas,
lloró por el abrazo sin contacto,
lloré en un estado reposado sin ruido tumbada en el sillón
luego fui al patio me senté y lloré
con mucho ruido pensando en la tristeza,
yunque abstracto sobre los hombros,
la espalda me duele y no puedo respirar
pero envío mensajes diciendo espero que estés
bien espero que estén bien
los amo espero que estén bien y son todas
despedidas
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