yo no quería pertenecer a la mafia de tus amistades
entrar
por la puertita de madera escrita a la fiesta de mis vecinos,
en la calle
no te reconozco tu voz en el portero quién sos,
hace rato que de yo misma se fue tu espíritu, estuve pareciera
una porción de siglo disimulando
o es la propia reververación los estertores de una educación
en el amor y la gracia

los domingos tomo el bondi con vos hasta la cancha
vestida de putita me bajo no me das bola
qué linda que está que bueno que te deje ir tu señora
te dice el tipo que conduce,

el tipo te lleva con el ganado
a vos sos una cabra baladina
con chivita de porno y cuernos tontos,

lo mío ha sido decirle a la gente siempre la verdad en la cara,
hasta que empecé a disimular,
porque una especie de aspergher consiente me avisa
que estoy manejando códigos equivocados,

la ciudad no es sitio para andar confundida,
la noche no es sitio para ir drogada,
todo eso que hice está mal:
para soportar el plomado peso de la histeria colectiva
 o mejor dicho para luchar contra eso en la pista de baile
me meto éxtasis hasta el bardo,

de esas cosas resultan mis brotes,
se me cae la piel a pedazos

quiero estar sentada en una mecedora
bajando después de lapsus
suministrándome  hierbas
al calorcito del hogar,

cada vez que veo tus fotos contamino
el espacio idílico en mi cráneo,
para ser tierna y dulce preciso
la tranquilidad del diálogo y de la lucha cuerpo a cuerpo
en mi colchón o en la cama
 de algún dormitorio ajeno,

me miro los pies y veo
el agua acercarse a mí
en un gesto apocalíptico de decadencia urbana,
quiero correr limpia y pegajosa
sin medias hasta la cama
y meter mis tobillos en los tuyos,
necesito estar sola pero me veo
y aunque me siento compuesta soy extraña,

no sabía nada de la independencia
hasta que inventé un catálogo
de actividades productivas
para llevar a cabo día a día

pasos de danza para mí
sitios donde no mirar
buena información que seguir,

el hedonismo para mì no es más ir
de lleno cornamenta al barro
porque hace frío y no es momento
de beber la sangre en un vaso
aunque eso me daría calor,

los placeres de la vida no pasan por
pasar la puerta de mis necedades
luciendo la mejor ropa
pero sí en pisar
las calles de tu barrio
con buen reflejo y reacción
con buen discurso y dicción,

la distancia para mì es acercarme
en el timin correcto para activar
la barrida del abrazo,
con ustedes pongo el hombro pero no ofrezco
el pecho,
hasta el saludo cordial puedo y me parece elegante
pero posterior no hay chance
de ningún otro intercambio mientras les parezca
que mis modales 
deberían refinarse 
para una mayor comprensión


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