lepidopterista

 

una mañana me despierto y ha muerto una joven poeta querida

escucho la voz de la chica que quiero ser que no soy yo quizás es

un personaje precioso de una película que salía en los noventas en la televisión,

quizás esta noche debería ver esa película,

los duelos se establecen como una masa transparente de aire cuya composición no es el oxígeno,

esta opresión me hace sentir enferma de la enfermedad mediática,

reparo en los signos,

está bien descansar de mí en mí, 

quién dice yo, cómo pudo ocurrírseme,

las cosas no se me ocurren ocurren aconteceres relacionados a los movimientos de mi cuerpo y de mi cuenta bancaria,

en qué momento me convertí en un ser ciudadano,

ahora tengo un cordón que me anuda la panza,

está atado a una piedra puntiaguda en la orilla del mar por un extremo por el otro

a un gran edificio público,

estos lugares donde se conserva el mármol están muertos,

creo en la vida de lo minerales,

me alimento del polvillo que genero al hacer chirriar mis dientes,

no hace falta agregar palabras,

tengo la cara marcada por la era de la información,

despojé mi imagen de internet del brillo de las deformaciones de la moda

?

puse a secar la ropa de cama mojada de los sueños,

vivo en un universo donde no quiero estar,

convivo con un ser ausente,

quiero pedirle perdón a mis hermanas quiero hacer cartas distintas,

quiero despedirme con presteza es decir dando poéticas explicaciones es la única manera en que podría explicarme,

necesito abiertamente a veces

hacer un dibujo a grafito sobre papel manteca, un

curvado puntiagudo cardiograma autorretrático,

las frecuencias del cerebro están alborotadas,

si tuviera el poder de ver sobre las cabezas el gráfico de la gente

les ofrecería a mis seres queridos lo que necesitan,

sería más fácil pedir cosas,

por qué me hablás de ese modo?

las cosas que digo me salen así como generadas por una bomba tapada,

empiezo a pensar que esto me implosiona el cuerpo:

he perdido agua pierdo peso,

creo en la vida de los pedacitos de papel destrozados de los vidrios las cosas que rompo,

estoy llorando por esas cosas,

decís que no importan nada las cosas materiales pero creés

en el alma de los objetos
los guardás en cajitas,

yo también creo en ellas como también creo en vos 

no creo en realidad en la amplitud del ángulo obtuso de las mentiras dibujada con

compás lo que se supone que les ocurre a todas las personas,

a veces hablo con personas normales y pienso que entiendo,

y en realidad solo estoy poniendo ojalá poniendo maripositas en clavos,

haciendo taxidermía,

eliminando los vapores de los verdaderos sucesos,

un hombre típico me explica cómo son mis circunstancias,

no está mal escuchar consejos de los estúpidos

para saber lo que no hay que hacer o lo que hay que hacer para

tener un estúpido auto con estúpido dinero,

este no es mi sueño es el tuyo,

no vine a esta casa para destruirla,

vine a esta casa para caminar descalza en primavera,

vine a esta casa para poner las rosas en vasitos y jazmines y con su olor recordar la infancia,

fui de la infancia hacia el cuerpo de una

persona muy parecida aunque erosionada,

si el sol y el influjo de las fuerzas tectónicas

los movimientos perceptibles e imperceptibles de dilatación

pueden cortar las cintas

gastar los elásticos

bajo la luna enjuago mi pelo

observo las pupilas de mi gato