inmersión

 a los gatos les gusta ver correr el agua,

algunos prefieren beber agua en movimiento que agua quieta,

yo

procuro hacer el mínimo movimiento posible, una vez sumergida en la bañera,

el agua está calentita, alguien llenó la bañera para mí

este es un regalo hermoso

mi cara se pone roja, misma reacción que ante lo que sucede en mi corazón cuando está claro,

no me avergüenzo ante mis pasos o conclusiones aunque a veces sí reviso los motores de mi acción y los encuentro demasiado grasos,

este texto habla sobre el tacto,

sobre la mano de alguien en mi cintura cuando duermo de costado en la mañana,

o es casi el mediodía

ya has visto que hora es?

por esta vez, es posible quedarme hasta más tarde,

planeé un montón de labores, tengo muy poco dinero: parece que de algo debería en seguida ocuparme,

pero está el tacto, el calor de nuestros cuerpos almacenado bajo las sábanas,

también el perfume a miel y a jengibre de tu cuero cabelludo... yo...

sé que mis pelos, mis cabellos y mi vello corporal atesoran un olor particular que no conozco pero que otros saben amar y decir,

este verano perdí el sentido del olfato,

acaso este texto hable de los sentidos?

quiero cuidar la nariz para olfatearte,

inhalo,

también quiero enganchar mi mano en tu nuca,

también quiero ver cómo la marca de la palma de una mano sobre el muslo se disipa de rosado a blanco,

ante el alivio exhalo,

una aprende a lidiar con el dolor, a aflojarse: aprendé la dinámica del soma, quizás no puedas dominar tu enojo , pero puedas actuar para vos misma una cordialidad, una serenidad, que te quite la rabia de las cejas.

la verdad es que cada semana observo 

los datos de mi cuenta bancaria 

como algo  impalpable:

lo pecunario se ha vuelto historia rara, el manejo sobre el material efectivo o digital parece onírico,

mirá cómo están estos billetes: los de diez y los de veinte pesos aparecen sucios y manoseados con aspecto de trapo

los de cincuenta y los de cien son más maleables,

los de quinientos y los de mil  guardan el papeloso y afilado contacto de las máquinas cajeras.

lávate las manos,

úntalas en alcohol .

cuando perdí el olfato en verano pensaba en matarme o en aniquilar de algún modo mi estado de vigilia,

la enfermedad igual hizo que durmiera como nunca,

alguien preparó un baño para mí

y preparó comida para mí,

yo también preparé un postre al que pude acceder mediante los receptores táctiles de mi boca, mas no los gustativos,

te amo y

paso mi lengua por vos mientras te escucho,

me gusta respirar cerca de vos

y sabés bien.

mira cómo suena ese tarro de monedas cómo pesa ese tarro de lata

sobre la repisa de madera frente al espejo,

el gato sopesa con su pata, calcula cuál será la fuerza necesaria para su empuje,

mira lo que has hecho,

escuchá el sonido de las

monedas por siempre rodarán hasta

cuántos días puedo estar sin limpiar profundamente esta casa bajo la cama?

cuánto puedo insistir en hablar con un ser en un idioma que no habla?

pero puedo decir con mi actitud este es tu plato de agua,

este es tu plato,

creo que podría decir que en esto hay algo de destructivo,

quedarnos aquí a las sombras mientras el día comienza y continúa,

porque el avance del tiempo es rápido e inexorable no es el tiempo no son los ciclos de la naturaleza es el arduo chirriar de la máquina laboral, mira esas monedas que se caen

qué hacer con ellas?

cómo hacer más de ellas sin

no abandonar tanto el lecho

el baño calentito

 el interior