pensé en ti en el bosque

 a medida que avanzábamos en contra del viento bordeando el mar forzaba con cierto optimismo peposo mi percepción visual a fin de vislumbrar entramados tornasolados en los bancos de arena donde el agua salada podía ya sentirse cercana a un agua de alga agua de puerto agua de lobo marino

ese olor

y las grandes camionetas 4x4 junto a las carpas estructurales que desplegaban rubias familias que se refugiaban del mal tiempo adentro de sus paredes azules plateadas y sus mosquiteros

mientras mi amiga y yo cargábamos el peso del agua caliente y los bártulos de playa mantitas para tirarnos en un prometido bosque entre el parque y el mar donde ávidas de color bajo el sol del LSD descansaríamos

no contábamos con la falta de internet 4g lo cual no nos permitió escuchar más que una y otra vez los mismos discos

mientras las ranuras de las piñas se volvían fluorescentes

y tras de una conífera fluorescente oriné

lejos de la vista de mi amiga y sentí

el frío del sotobosque despoblado cuyas altas ramas crujían sentí el frío ascender desde mis tobillos secos erosionados y desnudos y sentí frío en todo el cuerpo mientra en el bosque pensé en tí

pensé en tí y ya no pude sacarte de la cabeza

y una imagen que no era imagen pegada a mi esternón no quería ser descripta en tal momento así pues se suponía que estábamos celebrando

se suponía que estábamos celebrando

se suponía que estábamos celebrando

nosotras mi amiga y yo volviendo temblorosamente por un borde de la ruta pasando por detrás de unas casas por lo que se diría inaccesibles muros con alambres de púa y pequeñas puertas de servicio como para gente desnutrida y enana junto a conteiners de basura que separaban la basura orgánica compostable de la inorgánica y se podían vislumbrar terrazas y canchas de tennis mientras nosotras nos dirigíamos a la carpa donde pude dar rienda suelta al pánico y terror de estar en el bosque pensando en ti como quien piensa no importa en quien pero piensa en ti en esa persona que es la persona que más le ha hecho gozar y llorar 

todo lo cual un sin sabor que una ducha caliente en un baño público y luego un helado de la heladería tirol donde una duendeza me sirvió mis estereotipados gustos favoritos y unos empujones en las hamacas de cierta manera pudieron sanar

pero solo desierta