si quieren perder el tiempo estoy acá

mi poesía evolucionó a la no existencia,

la no manifestación,

el fenónemo de no ser un fenómeno

estúpida fenómena con granos con lentes con frenos,

una poesia estúpida

que pone así carita de tonta o

pasa desapercibida en un aplauso sin apladir mirándose las manos quietas porque el espectáculo le pareció horrible,

malo,

ni siquiera feo,

malo,

sin efecto

soy una cosa que  
no asisto no voy percevero en la quietud como una estatua de yeso en potencia que aún es simplemente un

cubo sin ser esculpido tallado

sin últimos detalles solo esquinas gastadas,

ocupando un espacio

chiquito igual

una estructura que se achica hasta tener el tamaño de un terrón de azúcar arriba de una llama azul,

una melacita mezclada con algún preparado espirituoso

que circula densa y flota entre las fórmulas

palitos, yuyos, pétalos, especias

mezclado pero no integrado

con olor a viejo remedio ,

escribir esta cosa insulsa como té digestivo 

sensación engañosa de depuración

acumulación de espacio en el estómago es decir hambre aceptado y

languidecer acostumbrado

que ante la propuesta hace una mueca de asco

no es que no quiera nutrirme

todo es muy rico pero

no me interesa,

algo vacío aunque yo sé que está lleno

yo sé que no es sólo éter aunque casi que éter,

con otras leyes de estar 

todavía no vislumbradas,

limpia la casa

lava tu ropa

cuida lo que quieras conservar sé consecuente ahí en el escritorio

en medio de una montaña de envoltorios

y libros consultados sin leer,

sin ganas de  leer,

sin querer

 esta poesía es 

pereza de sí misma,

se revisa como quien observa los cambios de la piel por el paso del tiempo

frente al espejo del baño y 

qué son estas

qué es

esta cara con manchas que con un lápiz uno

como si uniera los puntos de una página de un antiguo libro para colorear

y no supiera contar y no lo hiciera en el acostumbrado lógico orden

y el resultado fuera un cruda abstracción